Ordena tu espacio, ordena tu mente
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La vida pasa muy rápido para todos y cada vez tenemos menos tiempo para dedicarnos a conciencia a las labores mas básicas de la casa. Lo cierto es que acomodar y limpiar, elimina la acumulación de cosas que muchas veces no necesitamos, porque ya cumplieron su ciclo en nuestra vida. Cuando le damos prioridad a otros asuntos, estas “cosas” poco a poco parecen ir tomando vida propia, y provocan que nuestra mente se abrume.
¿Alguna vez has tenido una sensación de mareo intenso cuando entras a un cuarto que está muy desordenado o sucio? Ese es el poder que toman las cosas sobre nosotros. Los espacios se vuelven densos, y en un lugar así, es muy difícil descansar la mente.
Si te sientes pesado, agotado, ó un poco arruinado por la vida, prueba las siguientes acciones:
1. Tiende tu cama tan pronto como te levantas.
Esto te ayudará fantásticamente a sentirte mejor. Tu cama es el lugar en donde comienzas y terminas el día, por lo tanto, mantenerla ordenada, brindará armonía al inicio y fin de tu ciclo diario.
2. Enfrenta esa pila de cosas desordenadas de una vez por todas.
Si tienes un montón de ropa o cosas acumuladas en algún rincón, considera invertir aunque sea diez minutos y ataca el lugar en donde haya mayor desorden. No pierdas el enfoque; mantén tu mente en la visión de lo que quieres lograr.
3. Una vez que comiences la batalla, no des marcha atrás.
Cuando empiezas a mover las cosas, naturalmente comenzará a crearse más desorden, pero NO TE ABRUMES, ¡persiste! Esto significa que estás haciendo lo correcto, porque para verdaderamente ordenar, hay que desordenar un poco.
4. Dona todo lo que no ocupas o necesitas.
Te darás cuenta de que en el proceso empezarán a salir cosas que ni recordabas, así como otras que ya no tiene sentido conservar. Estas cosas ya cumplieron su ciclo en tu vida. No te apegues a las cosas, ¡déjalas ir! Si ya no te sirven a ti, seguramente a alguien más le servirán. Una buena estrategia es ocupar dos bolsas: una para la basura y otra para las cosas que donarás, y cuando termines, lleva todo a un centro de acopio o dónalo personalmente a alguien que lo necesite. Es más simple de lo que crees y no solamente traerá orden a tu espacio; te sorprenderás de lo bien que te hará sentir.
5. Encuéntrale el gusto a limpiar.
Obviamente para nadie es placentero limpiar un espacio desordenado. Sin embargo, cuando lo haces a consciencia, te darás cuenta de que nadie lo hace tan bien como tú mismo, porque naturalmente, nadie conoce tus pertenencias ni el espacio en el que vives, mejor que tú. Si diriges tu mente a lo mucho que logras ordenando tu propio espacio, te sentirás satisfecho, y cada vez te dará más gusto hacerlo.
6. Aprovecha y actualiza tu espacio.
Esta etapa es muy divertida porque le dará un aire de frescura a tu espacio. Aventúrate e intenta cambiar algunas cosas de lugar; desde la posición de tus muebles, hasta la decoración, las fotos que hay en tus portarretratos, o incluso el color de tus sábanas.
7. Confía en el poder de las plantas.
Tener plantas adentro de la casa tiene un poder mágico porque transforma la energía de cualquier espacio. Encuentra alguna planta que te guste y acomódala de manera que no estorbe. Automáticamente, traerá vida, oxígeno y armonía a tu espacio.
Estos detalles servirán como una terapia y rehabilitarán el cariño que sientes por tus cosas. Saber lo que tienes y dónde lo tienes te dará paz. Darle buen uso a tus cosas y sacarles más provecho, te hará sentir orgulloso y liberará mucho estrés de tu vida.
Los quiero mucho y mi intención con este blog es acercarme más a ustedes, a través de lo que hago, siento y profundizo, para dejar siempre algo bueno en su vida.