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Italia es: ¡punto y aparte!

Si estás pensando en viajar a Europa y no sabes por dónde empezar o terminar, definitivamente mi primera recomendación es: ¡termina tu viaje en Italia! Sin quitarle lo bello y mágico al resto de los hermosos países europeos, Italia tiene un “no sé qué” que vale la pena dejar al final.

Aunque he tenido oportunidad de conocer otros países europeos, Italia era una asignatura pendiente y cuando visité Roma, vi lo suficiente para aconsejar a todos los que están pensando ir a conocer o que ya conocen y piensan volver. Les voy a enumerar las 10 cosas que no se pueden perder, entre tantas cosas que hay para ver... recordemos que a veces lo más simple es lo que se queda contigo :)

1. Toma agua directo de las fuentes


La gente camina por las calles y cuando tiene sed, se acerca a cualquiera de las fuentes públicas que hay en la ciudad para tomar agua potable directamente del grifo. Para los que estamos acostumbrados a tenerle pánico al agua de la llave, es increíble que los mismos acueductos que iniciaron los romanos hace más de 2,000 años, hoy en día transportan agua fresca que no te hace terminar directo en el hospital. ¡Así que no te pierdas la experiencia de tomar agua de las fuentes callejeras! Tómala de todas y cada una de las fuentes que encuentres, y si puedes tomate fotos en cada una de ellas… será un muy lindo recuerdo.

 2. Siéntate en el centro del Panteón de Agripa


El Panteón es uno de los edificios más impactantes de toda la arquitectura romana, sobre todo porque el estilo es tan moderno que parece que estuvieras viendo la nueva creación del arquitecto más trendy de nuestra época. El techo tiene un agujero en el medio, y la estructura permite que por ahí entre luz, agua y viento, resistiendo y recibiendo cualquier cambio en el clima. Para vivir una experiencia más mágica, sé paciente y cuando la gente se despeje, siéntate en el suelo, justo en el centro del edificio. Igual que yo, vivirás ese momento con una energía muy especial.

3. Compra agua mineral de lo más nice en cualquier puestecillo de la calle


No sé ustedes, pero yo soy fan del agua mineral, y en especial me gustan las marcas Peregrino y Perrier porque son abundantes de gas. Pero hoy en día pedir agua así en un restaurante es casi tan caro como pedir un drink, así que normalmente hay que dejarlo para ocasiones especiales. En Roma, cualquier puesto de la calle vende agua mineral de la más alta calidad, ¡y es baratísima! Así que aprovecha y refréscate con tu drink favorito, por donde sea que vayas caminando.

4. Come al borde del Rio Tiber


Si viajas con un presupuesto apretado, comer en restaurantes afectará tu cartera súper rápido. Una alternativa que a mí me encanta es ir a pequeños establecimientos caseros y pedir pan con queso y prosciutto. Pero... ¿dónde te sientas a comer? Si ya te has ahorrado lo del restaurante, es la oportunidad ideal para elegir cualquiera del montón de lugares públicos donde te puedes sentar y observar la ciudad moverse, el río pasar, la gente caminar y vibrar el paso del tiempo. Especialmente, recomiendo que te sientes a la orilla del río Tiber; se volverá tu mejor compañía.

5. Manda cartas a tus seres queridos desde el Vaticano


No puede faltar ir a la oficina de correos del Vaticano para enviarle una carta a tu abuelita, tu novio, tus amigas, o quien sea. Ahora que con tanta tecnología ya no estamos acostumbrados al romanticismo de las cartas, sentarte y escribir a mano hace que las palabras te salgan de una forma muy diferente que si lo hicieras en un mensaje de texto en el celular; además la emoción que provoca en la gente que la recibe es un detalle inolvidable.

6. No solo mires hacia arriba en la Capilla Sixtina


Obviamente cuando llegas a la famosa Capilla Sixtina, lo único que estás buscando ver es la famosísima obra de Miguel Ángel, pero por eso mismo, la mayoría de la gente se olvida de mirar todo lo que está alrededor. ¡Y es que hasta el suelo es casi tan hermoso como el techo! Los azulejos son tan pequeños, y el trabajo de mano es tan preciso que te vuelve loco. No olvides ampliar tu visión -tanto en los museos como en cualquier lugar-.

7. Prueba todos los quesos parmesanos que puedas


Italia es muy conocida por su deliciosa comida y este tip no es nada extraordinario, pero es necesario hacer hincapié en que en casi todas las tiendas de quesos (que encontraras miles), se puede pedir pedacitos de muestra y probar los distintos tipos de quesos. ¡Un deleite al paladar!

8. Pide un deseo en la fuente de Trevi


Es muy común llegar a la fuente y verla repleta de turistas, así que serás uno más por un ratito (recuerda «donde fueres haz lo que vieres»). Tirar una moneda y pedir un deseo es el ritual obligado de esa atracción turística tan conocida. Pero no olvides un detalle importante: ¡voltéate, no tires la moneda de frente al agua!

9. Usa el metro


De pronto usar este sistema de transporte puede llegar a ser abrumador porque todo está escrito en italiano, pero subirse al metro en cualquier ciudad es esencial para conocer más su movimiento. 

10. Siéntate en una plaza y mira a la gente pasar


Cuando te sientas en el suelo de un lugar público, sucede algo muy especial; no sé como describir la dinámica que se genera, pero definitivamente te pone en otra onda. Sentarte y mirar el tiempo correr es uno de los mejores remedios para el estrés, y en Italia tienes un sinfín de cosas que ver alrededor.

Bacio!