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Desde pequeña, nunca he coincidido con todo lo que se dice del «tiempo correcto» para hacer las cosas. Especialmente, me causaba -y aún hoy en día me causa- mucha ansiedad tener que lograr las cosas en un tiempo que se define como el «correcto» por una sociedad evaluadora (por decirlo de una forma nice).

El éxito laboral y la realización en pareja son los dos temas ancla en nuestra vida moderna.

Esta vez, me voy a enfocar en el tema de las parejas, ya que últimamente me ha estado causando insomnio, y en mis tantas noches de análisis creo que finalmente logré definir un poquito más de qué se trata este juego tan enredado que es el amor.

Básicamente, la famosa frase «todo llega en el momento correcto» es pura verdad. Solo que no sabemos lo que realmente significa, porque pensamos que será una fuerza mayor a nosotros la que pondrá las cosas en su lugar. Y claro, para todos los creyentes (incluyéndome) se vale pensar así. Pero ya en la práctica, es una absoluta trampa.

Es así de simple:

¡El momento correcto es cuando TÚ has trabajado lo suficiente en ti mismo para poder ofrecer exactamente lo mismo que pretendes recibir!

Hasta hace poco, yo vivía preocupada pensando que llevo varios años con mi novio y como dicen las abuelitas, ya se me está pasando la hora… Veía que amigos de mi generación empezaron a casarse, otros ya con hijos, y cuando menos me di cuenta, ya estaba llorando como magdalena, viendo videos en internet sobre propuestas de matrimonio; y no hablo de lágrimas de felicidad, sino de desconcierto... como preguntándome: ¿y a mí, cuándo me toca? Y caí en la cuenta de que estaba en una mentalidad completamente equivocada. 

Si te ha pasado esto, recomiendo que te hagas las siguientes dos preguntas que yo me hice, y las contestes con la mayor sinceridad del mundo:

1. ¿El fuego (esa pasión, emoción, intensión y deseo genuino que sientes por estar en pareja a pesar de todos los miedos y desacuerdos que compartes con ella) aún permanece en ti?

Si tu respuesta es sí, entonces NO apagues un fuego que aún arde, por estupideces que solo están en tu mente. 

2. ¿Realmente estás construyendo tu vida para ti misma, de forma independiente, y en una visión llena de supervivencia? ¿O tienes una pareja solo para cubrir tus debilidades y acomodarte, supuestamente, en un lugar al que perteneces?

Si tu respuesta es la segunda opción, sabrás que si sigues por esa ruta eventualmente te toparás contra una pared y probablemente te convertirás en una carga para tu pareja. Me imagino que ya puedes ver el fin de esa historia…

Si tu respuesta es que sí estás construyendo algo positivo para ti antes que nadie, entonces cuida no caer en el egoísmo y la indiferencia que esto puede generar, ¡y entrégate al máximo a ese camino! Ya que, ahí está la clave para encontrarte con tu pareja en un punto balanceado e ideal. Ambos deben ser la mejor versión de sí mismos iniciando por sus propios sueños, para entonces poder dar a quien amas todo lo que soñaste.  

Así que, buena suerte a todos los que andan en la búsqueda o etapa de “toma de decisiones importantes de la vida” como yo.